sábado, 2 de mayo de 2009

El sombrero.


De regalo de navidad pidió un sombrero. Uno igual al de su papá. Moderno y elegante.
Como había sido un niño bueno, no se sorprendió al desenvolverlo esa mañana.
Estaba muy feliz y en el espejo hizo muecas probándoselo.
Sin embargo, para la foto, eligió una expresión seria.
Porque quería ser todo un hombre, responsable y maduro.
Como su papá.

6 comentarios:

  1. que hermoso! Él u el sombrero y toda la foto, espléndida!

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  2. Muy lindo y me encanta el poder que tenés de escribir una historia en base a una foto, es muy dulce.
    Yo hago lo mismo con las fotos pero me voy a la banquina siempre.

    Besos

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  3. Muy bonita la foto y el niño. Se ve que es cierto que ciertas prendas de vestir imprimen, si no carácter, al menos ciertas actitudes ante la vida.
    Un beso.

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  4. Cuando mi hija me imita pone voz de oso cavernario, sin embargo, cuando intenta imitar a la madre se asemeja a un cervatillo: algo debo estar haciendo mal..., tal vez es que fumo demasiado. Hermoso, Marcela, tú y las fotografías sois grandes confidentes, te envidio.
    Un beso grande

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  5. Esta muy lindo lo que escribiste, interesante tu blog :)
    Te agrego a mis links
    Saludos!

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