domingo, 1 de marzo de 2009

Atardecer


El sol se disfrazó con un traje naranja y pude ver como el campo cerraba los ojos frente a la noche.

Las negras y cabizbajas espigas hijas de la sequía, suspiraron con la brisa demasiado cálida.

Hay un momento, al atardecer, en el que el tiempo se queda en silencio, como esperando nuestra respuesta.

3 comentarios:

  1. Sí, y en ese tiempo, si podemos pararnos a pensar nuestra respuesta, nos tomamos un respiro por el día que ha pasado y aspiramos las últimas fuerzas del aire para la noche que viene.
    Un abrazo.

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  2. Que bueno eso que dijiste me hizo recordar una parte del Sur de Borges donde dice exactamente eso en otras palabras, como que hay un momento en la tarde que parece como que está por decir algo pero generalmente no lo dice.
    Evidentemente ese momento de la tarde te inspiró a decir lo mismo con otras palabras, esos son los verdaderos momentos mágicos.
    A mi lo que me gusta mucho es en el campo cuando está por venirse una tormenta ese momento de gran vitalidad y silencio, que luego es precedido por un fuerte viento y sabés que se viene con todo. Se siente en el aire, es casi como cuando nos enamoramos y nos damos cuenta que no hay vuelta atrás que algo fuerte se viene, esos son los momentos en que te das cuenta que le vida tiene sentido.
    Besos

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  3. Daniel: Es un momento muy pacífico, o eso siento. Y da para pensar respuestas...

    Lux: Si que conozco esa frase de Borges. Fue un robo involuntario (o digamos un homenaje y así queda mejor).
    La calma antes de la tormenta, sí, es otro momento mágico seguro. Yo escuché decir que se siente la electricidad en el aire. Para disfrutarlo hay que dejarse llevar, supongo, y cuando estamos enamorados también. Besos.

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