Dicen que hubo un tiempo, en el que había "piratas" en la tierra (ellos se daban ese nombre, robaban ese nombre, porque no lo merecían), esperando los barcos que encallaban en la costa.
Pero una noche, cansados de esperar errores de los capitanes (que pueden suceder o no), estos falsos piratas de una escondida costa, apagaron la luz del faro y encendieron otra en un montículo cercano, que confundía a los barcos, arrastrándolos a las filosas rocas. Allí los asaltaban y mataban a los pobres marineros, para que nadie nunca supiera sobre las luces engañosas que algunas noches brillan falsas en las peligrosas costas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Desgraciadamente siguen existiendo piratas de ese tipo, ya no usan parche en el ojo o se los puede reconocer por una pata de palo o semblante torvo.
ResponderEliminarTe lo digo yo que he naufragado varias veces.
Beso
No hay dudas, Lux.
ResponderEliminarYo también he naufragado y conociéndome, sé que seguiré haciéndolo.
Se vuelve una costumbre eso de andar naufragando...
Besos.